Desde muy pequeña Emely Mendoza tenía sus metas claras y se propuso que ningún comentario negativo la limitaría. Cuando tenía ocho años hubo un evento clave que marcaría su futuro, «desde muy pequeña vi cómo le cortaban la luz a una de mis tías, y cómo llegó a explotar, y me llamó la atención. Desde ese momento dije: voy a estudiar eso», cuenta hoy con 19 años, mientras cursa el Programa Electricista Liniero de Media Tensión, impartido por el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH), en alianza con el Ministerio de Educación (Meduca) y Elektra Noreste, S.A. (ENSA). «Siempre me decían esa es una carrera de hombres, tú no puedes, y aquí estoy, dando la talla».
Al empezar a estudiar electricidad en la escuela, el amor por esta carrera aumentó en Emely, «esta carrera tiene mucho por aprender. Al estar allá arriba yo siento emoción y adrenalina».
“El INADEH lleva adelante una alianza con Meduca y ENSA, que consiste en que los estudiantes graduandos de carreras técnicas de Bachiller en Electricidad, de los IPT, realizan sus prácticas en el INADEH tomando el Programa Electricista Liniero De Baja Tensión, de 450 horas, y actualmente el grupo al que pertenece Emely fue contratado por ENSA para tomar el Programa Electricista Liniero de Media Tensión Aérea y Media tensión Subterránea de 300 y 200 horas de duración, siendo remunerados por la empresa mientras realizan su formación profesional, para posteriormente incorporarse como trabajadores de la empresa”.
El programa de electricista liniero de baja tensión cuenta con cinco módulos:
- Seguridad para trabajos en líneas de distribución eléctrica.
- Instalación de sistemas de baja tensión.
- Mantenimiento en sistemas de baja tensión.
- Atención al cliente.
- Práctica laboral.
Al igual que Emely, su compañera Yohanka Roa estudió bachiller en electricidad. «Tuve algunos obstáculos, porque me decían que era una carrera más para hombres, pero mi familia me motivaba y yo me decidí a pensar que podía».
«El mensaje que le puedo dar a otras mujeres es que jamás dejen que otras personas decidan por ellas, jamás pensar ‘yo no puedo'», comenta Yohanka.
Ahora, los sueños de Emely y Yohanka apenas comienzan, en un futuro sueñan con seguir sus estudios y poder convertirse en ingenieras.
Emely, Yohanka y sus compañeras son un fiel testimonio de que la formación profesional que brinda INADEH es capaz de transformar vidas.